El frío extremo en invierno y el calor en verano puede causar averías en el vehículo. Ante los bruscos cambios de temperatura del coche, en Claxon te proponemos que conozcas sus consecuencias y las recomendaciones necesarias para que las subidas y bajadas dejen de dañar el motor, el parabrisas e incluso la pintura del automóvil. Sigue estos consejos y potenciarás la seguridad de tu vehículo favorito.
Los cambios de temperatura perjudican a tu coche sin que te des cuenta. Actúan como una suerte de virus silencioso, dañando el vehículo poco a poco y reduciendo su vida útil.
Tanto si el coche está guardado en garaje como estacionado en la calle, el frío, la lluvia y las nevadas del invierno como las altas temperaturas del verano afectan al estado del motor, causando daños importantes si no se desarrolla un óptimo mantenimiento del coche para favorecer su funcionamiento.
Además de todo el conglomerado de piezas que conforman el sistema motor del vehículo, los cambios bruscos de temperatura actúan como el enemigo número uno tanto de la pintura del vehículo, como del parabrisas del coche, un elemento esencial para facilitar la visibilidad en carretera.
¿Quieres poner freno a los posibles daños ocasionados por las bajadas y subidas drásticas de temperatura y disfrutar de tu coche más tiempo? Sigue estos consejos y, sobre todo, aplícalos.
Cómo perjudican los cambios de temperatura al motor del coche
Un vehículo flamante sin un óptimo cuidado del motor solo se quedará en una mera ilusión que durará poco porque la sombra de las averías más caras se volcará sobre tu coche.
Corazón y alma de tu vehículo, el motor de un automóvil requiere de una atención especial cuando se producen cambios de temperatura importantes. No obstante, si adoptas hábitos en la puesta en marcha y conducción de tu vehículo en invierno, favorecerás a su mantenimiento progresivo.
¿Sabías que ante los cambios de temperatura un coche necesita doblar su energía para funcionar con normalidad? Lo mismo sucede con los neumáticos en invierno y en verano, cuyas propiedades se ven perjudicadas por las bajadas y subidas de temperatura.
Desde Claxon te recomendamos que siempre calientes el motor del coche antes de comenzar la marcha. ¿Por qué motivo? El frío exterior dificulta el arranque del vehículo y su habitual funcionamiento. Ese sencillo gesto reducirá los daños ocasionados por el cambio de temperatura.
Ante el frío de exterior, arranca el coche y déjalo en ralentí unos minutos. De este modo, el motor se activará con normalidad, ya que ese cambio de temperatura le obligará a trabajar más para alcanzar los grados idóneos para su funcionamiento.
Si calientas el motor antes de emprender la marcha, favoreces que los fluidos circulen correctamente por el circuito, tanto del filtro del aceite como por los componentes refrigerantes.
La pintura del coche, otra damnificada por los cambios bruscos de temperatura
El sol extremo del verano así como el frío y las nevadas del invierno actúan sobre la pintura y la carrocería del coche provocando importantes daños, como la decoloración del techo y el capó del vehículo.
Por este motivo, ten presente estos consejos al lavar el coche:
- Escoge la hora adecuada para el lavado. Evita las horas de calor. Te recomendamos realizar el lavado del coche a primera hora de la mañana o al acabar la tarde.
- Humedece el coche por completo antes de iniciar el lavado.
- Elimina los restos de jabón, secando el vehículo con un paño de microfibra suave.
- Evita dejar el coche durante horas en zonas donde impacten rayos de sol de gran intensidad porque afectarán al brillo e intensidad de la pintura.
- Cuanto más tiempo dejes tu coche expuesto al polen, polvo o la resina, aumentan las probabilidades de generar manchas en la carrocería.
Asimismo, tanto en invierno como especialmente en verano hay que prestar atención a las zonas plásticas del coche ya que la prolongada exposición al sol acaba perjudicando esas aplicaciones, como consecuencia de la dilatación y contracción de los materiales.
¡Cuidado! Las oscilaciones de temperatura deterioran el parabrisas de tu vehículo
¿Has comprobado que el parabrisas está roto o no funciona como debería y no sabes el motivo? Tras el mal estado de este componente esencial para la visibilidad en carretera está el clima y los cambios de temperatura del coche.
La diferencia de temperatura entre el interior y el exterior del coche conlleva a que una pequeña grieta en la luna del vehículo termine con su rotura definitiva.
Para librarte de daños en el parabrisas del coche evita:
- Dirigir el aire acondicionado frío hacia la luna del vehículo y lo mismo con el caliente en invierno. Orienta el aire hacia el centro del habitáculo para una distribución homogénea.
- Seleccionar una velocidad elevada para la salida del aire. En verano, baja primero las ventanillas antes de encender el aire acondicionado. En invierno, si el parabrisas del coche está cubierto de hielo o nieve, primero retírala del cristal y a continuación activa la calefacción.
- Utilizar sal porque raya la superficie del parabrisas y corroe la chapa.
- Echar agua caliente por encima de la luna del coche porque podría romperse.
En el cuidado del parabrisas del coche, una excelente medida es rellenar el líquido limpiaparabrisas con producto descongelante. También se aconseja la utilización de rasquetas de plástico que no dañan el cristal y el pulverizado de alcohol, dada su baja temperatura de congelación.
Conclusión
¿Has comprobado las importantes consecuencias que ocasionan los cambios de temperatura a un coche?
Pon en práctica las medidas recogidas en este artículo, sin olvidar revisar el estado de la batería, sustituir los neumáticos si no están en buen estado o comprobar la presión del aire para favorecer la conducción.
Además, entre los líquidos del motor a revisar, presta especial atención al líquido refrigerante y anticongelante.
Todos estos cuidados ayudan a prolongar la vida de tu vehículo para que, ante nieve, lluvia o sol, siempre ofrezca su mejor versión.