Entre las enseñanzas más importantes al aprender a conducir está sin duda saber cuándo toca cambiar de marchas en el coche. Porque si no conocemos el momento óptimo, el vehículo puede sufrir las consecuencias, dificultando su funcionamiento mecánico, además de afectar a su rendimiento y un aumento en el consumo de combustible. En este post saldrás de dudas y estos consejos te ayudarán a apostar por una conducción eficiente en la que tu coche deje de sufrir.
¿Recuerdas cuando obtuviste el permiso de conducción? Al principio, cogías el vehículo con cierto temor; eran muchas las acciones a tener en cuenta pero, con el paso del tiempo y la experiencia al volante, todas las operaciones que se producen durante la conducción las realizas de forma mecánica, casi sin pensar.
En el día a día, una acción básica en la conducción como es cambiar de marchas en el coche la desarrollas en infinidad de ocasiones.
Pero, ¿te has preguntado alguna vez si el cambio de marchas lo estás haciendo correctamente y, sin darte cuenta, tu coche está padeciendo?
La diferencia entre un buen funcionamiento del cambio de marchas del coche y uno incorrecto está en una conducción más suave y tranquila.
Además, ayuda a que la caja de cambios dure más tiempo, un factor clave si quieres ahorrarte el precio de la avería del coche más cara.
Y, por si estas ventajas fueran pocas, se suma un motivo más: una conducción más eficiente que ahorra combustible al circular el mayor tiempo posible con marchas largas a bajas revoluciones.
Fíjate en las revoluciones del coche, tu aliado para un cambio de marchas adecuado
Aunque en la actualidad los coches modernos cuentan con testigos que aconsejan el tipo de marcha que hay que poner en cada momento, es necesario conocer el vehículo que conduces y en qué margen de revoluciones opera para que seas tú mismo quien dedica el momento apropiado para hacer el cambio de marcha.
Tan importante como la potencia de un coche – sus caballos – que afecta directamente a la velocidad del vehículo, está el par motor – kilogramos por metro – que atiende al empuje o fuerza del coche.
Por este motivo, el mejor momento parar cambiar de marchas en el coche se encuentra cuando el vehículo ofrece más par motor sin necesidad de estirar las velocidades, sino controlando al máximo sus revoluciones.
Lo que sí debes tener presente es evitar un cambio de marchas demasiado rápido, porque ese hábito en la conducción conllevará a que tu vehículo circule con pocas revoluciones, lo que provocará sufrimiento al motor.
No obstante, para responder a la gran pregunta de cuándo hacer el cambio de marcha, vamos a aclarar ciertos puntos clave que te permitirán conducir con fluidez en todo momento.
Cambio de marcha en un coche gasolina
Desde Claxon recomendamos que en los motores gasolina de haga el cambio de marcha entre las 2000 y las 2500 revoluciones por minuto.
Aunque esta norma genérica dependerá del vehículo y su motor, sí debes tener presente que en cuestas hacia arriba debes cambiar de marcha más tarde y alargar las revoluciones para obtener la máxima potencia del motor.
De lo contrario, un cambio de marchas rápido provocará que el vehículo pierda empuje y incluso se cale.
Cambio de marcha en un coche diésel
Si conduces un vehículo diésel, recuerda cambiar de marchas del coche cuando alcances las 1500 a 2000 revoluciones por minuto.
¿Por qué motivo? Porque los motores de gasoil operan con un sistema de revoluciones más reducido que su homólogo en gasolina.
2 fases para cambiar de marchas en el coche desde el arranque a la aceleración
1ª FASE – Arranque del motor
Cuando el vehículo comienza a acelerar, siempre se escoge la primera velocidad parea iniciar la marcha.
Eso sí, recuerda previamente haber pisado el pedal de embrague a fondo para engranar la marcha son suavidad y, una vez puesta, suelta el embrague poco a poco cuando ya esté metida.
Aunque se trata de la marcha que más fuerza transmite al coche, también es la más corta.
Por este motivo, el proceso de aceleración debe ser suave y progresivo. Cambia a segunda marcha unos segundos después de iniciar el desplazamiento o, bien, recorridos 6 metros.
2ª FASE – Aceleración
Cuando el vehículo ya está en marcha, llegó el momento de jugar con el resto de marchas en función de las condiciones de la vía por la que circules.
Si circulas por una carretera con tráfico fluido y donde tengas posibilidades de aumentar la velocidad de circulación, cambie a la tercera velocidad, prosigue la aceleración hasta engranar la cuarta marcha y a continuación la quinta, si la vía así lo permite.
Por el contrario, si conduces por una vía con mucho tráfico y circulación lenta, te recomendamos que mantengas la segunda marcha.
Si observas que el motor supera las 2 000 revoluciones por minutos, engrana la tercera marcha.
¿Cómo reducir las marchas en el coche para una conducción más segura y ecológica?
Si al llegar a un semáforo en tercera velocidad solo frenas mientras pisas a fondo el embrague para evitar que el vehículo se cale, sentimos decirte que no estás optando por la mejor táctica.
Debes emplear la reducción de marcha, también conocida como «freno motor», para apoyar el proceso de frenado.
Siguiendo este ejemplo, estos pasos habrían sido los idóneos:
Antes de acceder al semáforo, el conductor deberá reducir de tercera a segunda velocidad pisando el embrague hasta el fondo.
Esta actuación ayuda a que los frenos se gasten menos al reducir poco a poco la velocidad con la ayuda del freno motor.
El resultado es una conducción más segura porque se disminuye la distancia de frenado, al tiempo que se mima la mecánica del coche y se visita menos la gasolinera.
Cuando pases de tercera a segunda velocidad, recuerda soltar el embrague suavemente para que no se produzcan tirones.
Al cambiar de marchas en el coche, es recomendable que te fijes en las revoluciones del motor.
Puede darse el caso que se reduzca la marcha con las revoluciones muy altas, lo que provocará que el motor se revoluciones y desgaste en exceso. Acabará sobrecalentándose e incluso sus ruedas se bloquearán.
Por este motivo, los especialistas te aconsejamos que las revoluciones nunca estén muy altas y trates de reducir las marchas del coche entre 2000 a 3000 revoluciones por minuto.
Asimismo, evita por todos los medios reducir más de una velocidad a la vez o, lo que es lo mismo, pasar de tercera a quinta sin poner antes la cuarta porque revolucionarás la caja de cambios y el motor.
Conclusión
Si aprender a cambiar de marchas en el coche en el momento óptimo, disfrutarás de una conducción más agradable y suave.
Al mismo tiempo, comprobarás cómo el motor de tu coche no sufrirá, gastarás menos dinero en combustible y en visitas el taller mecánico.
Recicla tus conocimientos sobre el cambio de marchas por si no estás aplicando bien la teoría y ¡aprovecha al máximo el rendimiento de tu vehículo!