¿Imaginas repostar tu coche con combustible derivado de neumáticos usados? Esta apuesta por el reciclaje ha pasado de un mero sueño idealista a la realidad. Desde España a Alemania, pasando por Estados Unidos a Australia, numerosos investigadores han desarrollado pruebas para convertir neumáticos como combustible. El resultado de sus estudios acredita que el combustible surgido a partir de neumáticos no solo produce la misma cantidad de energía que la gasolina, sino que es más económico y ecológico. Sigue leyendo y conocerás al detalle el origen, desarrollo y conclusiones de estos estudios.
1000 millones de neumáticos al año. Esta cifra lanzada sin contexto dice poco, pero la cosa cambia si te informamos que es la cantidad de neumáticos que se desechan al año en España.
Solo se reciclan 200 000 toneladas, mientras que el resto van directamente a vertederos de ruedas, declarados ilegales desde 2006.
Los neumáticos apilados en fábricas o lugares abandonados no solo afean la vista, sino que traen consigo importantes riesgos medioambientales.
Desde el aumento de probabilidades de incendio produciendo una devastadora emisión de partículas tóxicas al aire, pasando por la proliferación de mosquitos a raíz del agua acumulada en los neumáticos viejos, así como el aumento de ratas y reptiles.
Tenía que suceder un incendio como el del vertedero de neumáticos de Seseña en 2016 para tomar conciencia de las consecuencias para la salud y el ecosistema de esta práctica.
¿Por qué no buscar soluciones que ayuden a dar una nueva vida a esas ruedas inservibles para los vehículos pero con potencial para otros usos nuevos y desconocidos? ¡Ahí está la clave!
Al reciclar neumáticos, obtendremos compuestos para la fabricación de cemento, ruedas nuevas suelas de zapatos, pantallas acústicas y parques infantiles.
La transformación de neumáticos viejos como combustible también se logra con el reciclaje y hoy profundizaremos en este punto y en las investigaciones científicas desarrolladas hasta el momento para generar energía de donde otros solo veían desechos.
¿Combustible a partir de neumáticos usados? La Ciencia demuestra que sí es posible
La toxicidad de los neumáticos abandonados llevó a que en la década de los 90 se diseñaran tecnologías que han favorecido el reciclaje de los neumáticos viejos para su uso en la confección de campos de fútbol o el asfaltado de carreteras, solo por poner algunos ejemplos.
Sin embargo, estas aplicaciones estaban dejando de lado una de las propiedades de los neumáticos: su capacidad para generar energía.
Con este firme objetivo, la Ciencia dentro y fuera de nuestras fronteras ha trabajado en soluciones que convierten neumáticos en combustibles líquidos y energía eléctrica.
A continuación, te explicamos los estudios e iniciativas más destacadas.
Neumáticos como combustible para industrias cementeras y papeleras
El aprovechamiento de los neumáticos usados se ha convertido de un gran aliado de las industrias que emplean grandes hornos para producir energía.
Gracias al óptimo procesamiento de los neumáticos, la industria cementera y papelera hallan un combustible que cubre sus necesidades energéticas, al tiempo que se contribuye a disminuir los residuos depositados en vertederos.
La Asociación de Protección Medioambiental de Estados Unidos destaca que, aunque es necesario ofrecer soluciones que mejoren este proceso de reciclaje, el uso como combustible de los neumáticos usados cuenta con importantes beneficios:
- Grandes generadores de energía: Un 25% más que el carbón y hasta un 200% más que la madera, al tiempo que produce la misma cantidad de energía que la gasolina.
- Más económicos que los combustibles fósiles (petróleo, carbón, gas natural, y gas licuado de petróleo).
- Menor nivel de emisiones contaminantes tanto de óxidos de nitrógeno como de óxidos de azufre.
- Su ceniza contiene una proporción menor de metales pesados que en el caso del carbón.
El proyecto del CSIC: Neumáticos reciclados y convertidos en combustibles líquidos y energía eléctrica
En 2013, el Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas (Cenim-CSIC) trabajó en el tratamiento termoquímico de neumáticos fuera de uso.
El proyecto consistió en la transformación de los cauchos de estos neumáticos en gases condensados a muy baja temperatura.
El resultado de ese proceso es una parte de los gases convertidos en aceites y, aquellos no condensables, mutados en energía eléctrica mediante turbinas.
Mientras que la energía eléctrica obtenida se conecta a la Red Eléctrica con un sistema convertidor, los aceites de transforman en gasolina, diésel y combustibles pesados. El aprovechamiento del neumáticos es total.
Este proyecto, que en su día fue seleccionado por el Foro Económico de Astaná, aporta soluciones innovadoras para el tratamiento de la biomasa residual y la recuperación de fibras de carbono y vidrio.
Obtención de petróleo de calidad con la aplicación de tecnología de pirólisis
¿Y si convertimos 5 000 toneladas de neumáticos usados al año en petróleo de calidad? Este fue el reto que se propuso la empresa franco-alemana Pyrum Innovations en 2015 y te contamos cómo lo logró.
Para este proyecto, basado en la tecnología de pirólisis, se construyó un reactor vertical de 25 metros de alto desde el que el granulado de los neumáticos reciclados se calentaba hasta alcanzar los 700 ºC de temperatura. El propósito de este proceso era la fundición de material sin llegar a la combustión.
Ultimada la condensación y refinado, el 60% del petróleo obtenido se transformó en un combustible similar al diésel, el 30% a otro equivalente a la gasolina, y el 10% en disolventes.
Los resultados de este proyecto son solo una señal de la apuesta por la comunidad científica por emplear la pirólisis en la producción de caucho sintético con butadieno, partiendo de neumáticos en desuso.
La destilación destructiva de los neumáticos viejos que llega de Australia
¿Cómo se pueden reutilizar 48 millones de neumáticos que cada año se tiran en Australia? Desde Green Distillation Technologies han apostado por disminuir esos neumáticos transformándolos como aceite (40%), carbono (40%) y acero (%20).
El proceso produce esta reconversión sin dejar residuos contaminantes ni emitir calor y con los neumáticos completos, sin necesidad de pasar por fases de despiece.
La efectividad de su innovación ha sido certificada por investigaciones de la Universidad Tecnológica de Queensland y Deakin, afirmando que el aceite de neumático se comporta de forma muy similar al diésel.
Conclusión
Estos primeros pasos han ofrecido prometedoras conclusiones de cómo es posible transformar los neumáticos como combustible, dándole un nuevo uso y evitando sus peligros para el Medio Ambiente.
Falta mucho camino por recorrer para hacer del reciclaje de neumáticos viejos una fuente de combustible alternativo aplicable a multitud de sectores.
Sin embargo, la unión entre ciencia e innovación empresarial ha llevado a que iniciativas como las plasmadas en este artículo hagan esta apuesta una decisión repleta de ventajas.
Di adiós a los vertederos de neumáticos. Esas ruedas recorrerán nuevos caminos.